El otro día paseando por una mercería me llamo la atención la carita del conejito que se ve en la foto y me recordo al que tuve yo cuando era una pequeñaja "Giri giri", por lo que me decidí a comprarlo y hacer este minicuadro el cual me ha venido genial para decorar el aseo.
No es una labor complicada ni laboriosa,más bien es sencilla y muy simple, pero mientras hacia la labor "punto de cruz" recorde momentos inolvidables con mis hermanos, de mi infancia y hasta algun olor paso por mi cabeza, a veces estas pequeñas cosas son las que nos dan un momento de felicidad.
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